1. Nació en Edimburgo (Escocia) el 22 de mayo de 1859. Este domingo se cumplieron 157 años de su nacimiento.
2. A los 21 años escribió un relato titulado The Surgeon of Gaster Fell, en el que se refleja un hecho real de su vida en esa época: el encierro de su padre en un psiquiátrico.
3. Estudió Medicina en la Universidad de Edimburgo, donde conoció a J.M. Barrie y a Robert Louis Stevenson.
4. Uno de sus profesores, Joseph Bell, era extremadamente diestro en todo lo relacionado con la observación y la deducción lógica. ¿Os suena de algo?
5. Viajó al Ártico como médico de un ballenero. Se horrorizó cuando cazaron focas en Groenlandia, pero el resto del viaje lo fascinó tanto que le sirvió de inspiración para escribir la historia Captain of the Pole-Star.
6. Un estudio en escarlata se titulaba al principio "A Tangled Skeim" (Una madeja enredada), y sus protagonistas llevaban por nombre Sheridan Hope y Ormond Sacker. Por suerte, siguió dándole vueltas hasta decidirse por Sherlock Holmes y el Dr. Watson.
Dibujo de Sherlock Holmes por Sydney Paget |
8. Hablando de literatura seria... escribió una historia sobre los fantasmas de tres monjes budistas vengativos. Sí, en serio. Se titula The Mystery of Cloomber.
9. Más amistades literarias: conoció a Oscar Wilde (de hecho, cenaron juntos) y fue amigo de Bram Stoker.
10. Nada más escribir El signo de los cuatro, retomó la escritura de The White Company, una novela histórica sobre la que más tarde diría: "Cuando escribí la última línea recuerdo que grité: 'Bueno, nunca superaré eso', y arrojé la pluma contra la pared de enfrente".
11. Los relatos de Sherlock Holmes publicados en The Strand Magazine contaban con ilustraciones de Sydney Paget, que se basó en su hermano Walter para dibujar al famoso detective.
12. Estuvo a punto de morir de un fuerte ataque de gripe en 1891. Cuando lo superó, decidió abandonar la profesión de médico para dedicarse por completo a la escritura.
13. Dos años más tarde tomó una decisión aún más radical: librarse de Sherlock Holmes. Lo hizo en la catarata de Reichenbach, en Suiza. Como resultado de esto, unos 20.000 lectores cancelaron su suscripción al Strand Magazine.
14. Durante esa época, a su esposa Louisa le diagnosticaron tuberculosis y le pronosticaron unos cuatro meses de vida. Bajo los cuidados de Conan Doyle, sin embargo, Louisa vivió hasta el verano de 1906, unos 13 años más de lo previsto.
15. Sherlock Holmes no fue el único personaje de Conan Doyle que alcanzó la fama (aunque sí el único que ha conseguido mantenerla a lo largo de los años). Las historias del Brigadier Gerard y sobre todo las del Profesor Challenger (que debutó en El mundo perdido) también gozaron de gran aceptación por parte del público.
16. Como es sabido, no tardó en resucitar a Sherlock Holmes, en parte por presión del público y en parte porque necesitaba dinero. Primero escribió una obra de teatro, en la que permitió al actor americano William Gillette modificar el personaje a su antojo. Más adelante, mientras escribía El sabueso de los Baskerville se dio cuenta de que la historia necesitaba un héroe, y tomó una decisión: "¿por qué debería inventar un personaje semejante, cuando ya lo tenía en la forma de Sherlock Holmes?" Por último, en 1903 resucitó definitivamente al personaje en El regreso de Sherlock Holmes.
16. Pese a su desprecio por Sherlock Holmes, él mismo aplicó su método con éxito en dos ocasiones. La primera vez logró que se exculpara a un joven llamado George Edalji, que había sido condenado por matar varias vacas y caballos, delito que no había cometido. Su segunda hazaña quedó reflejada en la historia The Case of Oscar Slater, de 1912.
17. También intentó salvar a su amigo Sir Roger Casement, acusado de traición, y lo habría conseguido de no haber sido por el descubrimiento del diario de Sir Roger. En el diario no había ni una palabra sobre traición, pero sí sobre su homosexualidad, que era delito en aquel entonces.
18. Podría decirse que Conan Doyle fue un visionario. Varios años antes del inicio de la II Guerra Mundial advertía del peligro de una guerra con Alemania y escribió cartas recalcando la importancia de aviones y submarinos. Pese al desprecio y las burlas de los políticos, propuso construir un túnel submarino que cruzase el Canal de la Mancha, pero sus ideas fueron tachadas de "fantasías propias de Julio Verne".
19. Ya comenzada la guerra, recomendó también el uso de "cinturones hinchables de goma" y "botes salvavidas hinchables". Una vez más fue ignorado por casi todo el mundo, aunque Winston Churchill le escribió para agradecerle la propuesta.
Una de las fotografías de las hadas de Cottingley |
21. También en relación con el ocultismo, en 1922 publicó el libro The Coming of Fairies, donde incluía unas fotos que había encontrado en Cottingley, Yorkshire. En ellas se ve a dos niñas adolescentes jugando o bailando... con hadas. Las fotos no parecían haber sido manipuladas.
22. En 1928 retomó a Sherlock Holmes por última vez con El archivo de Sherlock Holmes.
23. Murió el 7 de julio de 1930 rodeado por su familia. Sus últimas palabras fueron para su segunda esposa, a quien dijo en un susurro: "Eres maravillosa".
24. Sherlock Holmes le decía a Watson: "Usted mira, pero no observa." Si os parecéis al doctor, no habréis notado que en esta lista se repite el número 16. Si en cambio compartís las habilidades de Holmes, os habréis dado cuenta de que hemos llegado al último punto de esta lista. ¡Elemental!*
(Información biográfica extraída de la página web oficial de Arthur Conan Doyle)
*(Un dato extra: Holmes nunca llega a decir "Elemental, querido Watson" en ninguna de las historias).
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