Cuando hace ya unos días, dijeron
que el premio Nobel de literatura 2015 se lo había llevado Svetlana Aleksiévich,
la gente se quedó sorprendida. Fue inesperado para algunos, especialmente para
aquellos que no habían escuchado ese nombre nunca, es decir, la mayoría. Hoy
queremos hablar de esta mujer que ahora ha pasado a la Historia de la
Literatura.
Nacida en 1948 en Ucrania, se
trasladó muy pronto a vivir con su familia a Bielorrusia, donde ha vivido gran
parte de su vida. Fue en su capital, Minsk, donde se licenció en periodismo y
más adelante se convirtió en reportera por todo el país y al final por toda la
Federación Rusa. Estos viajes le fueron especialmente útiles para la
elaboración de sus obras, una mezcla de periodismo y literatura en las que
muestra la dureza de las sucesivas guerras que la URSS fue afrontando durante
sus años de existencia.
Su importancia en la Europa del
Este es incuestionable. Escribió sobre las mujeres que lucharon en la Segunda
Guerra Mundial, dio voz a las madres de los soldados de Afganistán y se atrevió
a hablar sobre Chernóbil. Otro de sus grandes hitos fue que logró que una de
sus obras fuera llevada al teatro en la década de los ochenta, lo que supuso
una gran apertura en el mundo soviético, uno de esos pasos que terminaron en la
disolución de la Federación Rusa.
Podríamos decir que gracias al
Premio Nobel está mujer se ha dado a conocer, y tiene mucho que contar sobre
hechos históricos y sociales que nos son ajenos, ya sea por falta de interés o
por falta de transparencia en los países. Esta mujer marcó ya historia en su
país por los temas que trató y especialmente por ser una mujer, así que es la
candidata perfecta para pasar a la Historia de la Literatura. Entre sus grandes
obras están: La guerra no tiene rostro femenino, Voces de Chernóbil y Época del desencanto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario