Ya sabéis que lo nuestro con El
Principito es algo enfermizo y no podemos parar de conseguir nuevas ediciones.
En esta ocasión hemos recibido una de un dialecto del que ni siquiera teníamos
noticia, el limburgués.
El limburgiano está considerado
un grupo de lenguas que se practican en la zona sur de Bélgica, Países Bajos y
la Renania alemana, por nada más y nada menos que 1,6 millones de personas
solamente en la zona de Holanda. Hay muchas ciudades importantes con hablantes
de esta lengua, como Aquisgrán, Maastricht o Düsseldorf. Por la etimología de
su nombre podríamos decir que ya existía en tiempos medievales, pues se llama
así por una ciudad belga, que a su vez lo recibe de un duque.
Actualmente el limburgués se
considera un idioma que proviene del Alto Alemán y del Franconio. Pese a ser un
idioma o dialecto hablado por poca gente, ha sobrevivido a lo largo de la
historia y actualmente todavía sigue estando en grande sectores de la sociedad.
Los estudios dicen que alrededor de un 50% de las personas que viven en esta
región lo conocen aunque no lo usen en su día. Está reservado para un ámbito
más formal, como reuniones o los medios de comunicación, así que gracias a esta
costumbre todavía sigue vivo.
Esta edición de El Principito es
una de las pocas manifestaciones escritas de esta extraña lengua para nosotros,
pues no existe la costumbre de escribir en ella. De hecho, una de las pocas que
tenemos se remonta a la Plena Edad Media con Heinrich von Veldeke. Así que no
dejéis dejar escapar la oportunidad de leer esta edición, pues no solo estaréis
sumergiéndoos en esta bonita historia, sino que también lo estaréis haciendo en
una lengua medieval.